Comienza la víspera a la época del año más disfrutable y reconfortante para mi ser.
El otoño es mi estación del año favorita.
Con la entrada de Mabon encuentro una templanza natural y sin esfuerzo.
Más allá de las festividades que celebro con ánimo y tradición, también hay una reposición liberadora hacia la rendición para la oscuridad.
El año se hace penumbra.
Mi corazón se enciende.
El frío no es problema. Nivela mi fuego.