A toro pasado el resultado parece natural. Cuando los argentinos cantaban su himno me llamó la atención lo marcado de sus ojeras: el peso de haber ganado el mundial en los nomios aún sin que comenzara el evento. Con el juego en marcha pensé en lo mucho que ha cambiado el futbol: los jugadores de ambos equipos juegan en una franja ridículamente angosta, la cual desplazan frenéticamente por toda la cancha cerrando los espacios.
La precisión táctica saudí para dejar siempre en fuera de lugar a los argentinos insinuaba la echura de un equipo muy distinto al que caricaturizó la prensa messicentrada que olvidó de pronto que Arabia calificó a este mundial arriba del propio Japón. Consumada la gesta árabe parece obvio el resultado. #ARGvsKSA